La sal es uno de los minerales naturales más abundantes en la corteza terrestre y el condimento más antiguo que se conoce.
Está compuesta fundamentalmente por cloro y sodio. Actualmente sigue siendo fundamentales en la cocina, y como en cualquier dieta, en nuestra Dieta Mediterránea debemos introducir las cantidades necesarias para un adecuado equilibrio de nuestro organismo.
La importancia de la sal es tan grande que ha influido en el comercio, la religión y la historia de los pueblos.
Su origen se encuentra en China alrededor del 2500 A.C, e inicialmente se extraía por la evaporación del agua salada.
Durante muchos siglos fue utilizada como «moneda» por un gran número de pueblos (egipcios, romanos, mayas) y posteriormente fué empleada para la conservación de los alimentos, lo que permitió el crecimiento de las ciudades.
La sal que consumimos puede estar en forma de cloruro sódico o en forma de glutamato sódico (suele aparecer fundamentalmente en productos elaborados) y según la OMS la cantidad de sal que se recomienda consumir es de 5g de sal/día (menos de 2g de sodio/día). Sin embargo, la mayoría de la población consume más del doble de esta cantidad.
Para una adecuada homeostasis es necesario el consumo de sal, ya que el sodio favorece la correcta digestión, potencia el sabor de los alimentos y es fundamental para el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y la relajación muscular.
Sin embargo, el consumo elevado de sal, va a tener efectos deletéreos en la salud, asociados fundamentalmente a un aumento de la tensión arterial, una mayor retención de líquidos y un aumento del apetito que puede provocar un aumento de peso y favorecer la obesidad, razón por la que la cantidad de sal se reduce al máximo en la mayoría de las dietas.
La sal se encuentra fundamentalmente en la leche, la carne y los crustáceos. Aunque el mayor aporte de sal lo dan los alimentos procesados, por eso es fundamental una adecuada Dieta Mediterranea en la que los aportes de sal y potasio estén en la proporción adecuada para evitar ganar peso y conseguir reducir los niveles de tensión arterial, uno de los principales factores de riesgo cardiovasculares que aumenta la morbi-mortalidad.
Reducir el consumo de sal a dosis adecuadas <5g/día disminuye los niveles de tensión arterial entre 25-40%.
En el método Aretea abogamos por una Dieta Mediterranea equilibrada con la introducción de hábitos saludables que ayuden al adecuado control de peso (perdiendo peso si es necesario o ganando masa muscular) y la prevención de enfermedades o mejoren el control de las mismas. Uno de estos hábitos es reducir el consumo de sal de nuestra alimentación.